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"Para este disco, simplemente tenía un sonido en mi cabeza", explica Norah Jones. "Quería que el groove, los ritmos, tuviesen más presencia y fuesen más potentes. Y también quería, sencillamente, hacer algo distinto; llevo mucho tiempo trabajando con el mismo grupo de músicos y me parecía que era un buen momento para trabajar con gente diferente y experimentar un poco."

El resultado de estos experimentos es el nuevo álbum de esta multi-Grammy premiada artista, The Fall. Arriesgado, audaz, este disco, que supone un reto, es una interesante evolución alejada de sus tres anteriores publicaciones, que han vendido en conjunto 36 millones de copias en todo el mundo.

El primer reto obvio en The Fall es una larga lista de colaboradores nuevos. El productor Jacquire King —que ha trabajado con Kings of Leon, Tom Waits y Modest Mouse, entre otros— ayudó a Jones a reunir a un grupo de músicos, incluyendo a los baterías Joey Waronker (Beck, R.E.M.) y James Gadson (Bill Withers), el teclista James Poyser (Erykah Badu, Al Green), y los guitarristas Marc Ribot (Tom Waits, Elvis Costello) y Smokey Hormel (Johnny Cash, Joe Strummer). En The Fall, Jones también aunó fuerzas con varios escritores y compositores notables, entre los que se incluyen Ryan Adams y Will Sheff de Okkervil River, además de su colaborador habitual Jesse Harris.

"Intentaba encontrar un compañero para el disco, porque a menos que tuviese a alguien para contar con una perspectiva diferente, no iba a conseguir un sonido distinto", declara. "Estuve buscando durante un tiempo hasta que finalmente miré en uno de mis discos favoritos, Mule Variations de Tom Waits, para ver quién había sido el ingeniero de sonido, y descubrí el nombre de Jacquire. Nunca voy a sonar como Tom Waits, pero hay elementos en ese disco que quería tener —practica el equilibrio entre ser bonito y duro, sonando a la vez muy natural."

Durante el trascurso de sus tres álbumes multi-platino (el ganador de ocho premios Grammy, Come Away With Me, Feels Like Home, del 2004, y Not Too Late, del 2007, cada uno de ellos llegando a lo más alto de las listas Billboard de álbumes), Jones ha establecido una marcada identidad basada entorno a su voz sensual, con toques jazz, y su estilo pop liderado por el piano. En The Fall, sin embargo, además del añadido énfasis en el ritmo, Jones aporta su propia interpretación a la guitarra formando parte central y frontal en el sonido.

"Siempre he escrito más a la guitarra que al piano", nos cuenta, "pero fue un poco duro para mí porque no llevo tocando mucho tiempo y siempre me cohibí un poco con eso. Lo que resulta realmente distinto esta vez es que me centré más hacia el ritmo, porque lo que toco a la guitarra son partes rítmicas. Cuando toco el piano, en realidad no toco el ritmo, simplemente como que lo espolvoreo un poco por encima."

Norah Jones es la primera en afirmar que ha cambiado bastante desde que se mudó por primera vez a los 20 años desde Texas a Nueva York soñando con ser una cantante de jazz. Saltando entre actuaciones de jazz y conciertos en el paraíso de los cantautores, The Living Room, empezó a escribir canciones "sentada en la cama de mi pequeño apartamento en la Calle Trece". Una presentación con el jefe de Blue Note Records, Bruce Lundvall, llevaría eventualmente a la publicación de su primer álbum, el ya disco de platino en ventas, Come Away With Me.

"Eso ocurrió sólo hace siete u ocho años, pero parece como si fuese hace toda una vida", explica Jones. “Me siento como una persona completamente diferente. Toda aquella primera época era un caos, como una especie de carrera loca en una montaña rusa que cada vez se hacía más y más empinada. Ojalá lo hubiese podido disfrutar más, pero estábamos trabajando tan duro que yo estaba bastante histérica."

Uno de los beneficios de su espectacular éxito fue que a Jones la llamaron para colaborar con un amplio elenco de artistas, desde Dolly Parton, Willie Nelson, y Ray Charles hasta OutKast, Q-Tip y el grupo de la comedia The Lonely Island de Andy Samberg. El estar expuesta a todos esos sonidos y métodos diferentes ayudó a Jones a abrir su mente hacia nuevas formas de crear su propia música.

La dirección para The Fall no tardaría mucho en revelarse; se empezó a presentar por sí sola en las primeras canciones que Norah escribió para el proyecto. "Hace un año aproximadamente, hice unas cuantas maquetas en mi estudio casero", nos cuenta. "Había algunos amigos que venían y se nos ocurrieron arreglos chulos para esta canción, Chasing Pirates (Persiguiendo piratas), con una parte de batería muy chula. Tomó un rumbo por el que yo no esperaba que fuese, y esa se convirtió en la dirección hacia la que enfocarse."

Mientras trabajaban con diferentes conjuntos de músicos en estudios tanto de Nueva York como de Los Ángeles, Jones y el productor King no cesaban de fomentar y avanzar en su experimentación sónica más y más. "Hay una canción titulada Light as a Feather (Ligero como una pluma) que escribí con Ryan Adams" declara. "Para este álbum, quería dejar mis país a un lado, alejado, así que necesitaba pensar en cómo hacer que esta canción funcionase y que encajase con el resto. Lo conseguimos eliminando la guitarra, había un sample de órgano muy disparatado que sonaba como una cuchilla de afeitar por debajo de todo. Hubo un momento muy chulo en el que me di cuenta de que se puede simplemente despojar el tema de algunos de los elementos y obtener algo totalmente nuevo."

Incluso canciones que se inspiran en el lado más jazz de Norah Jones, como It's Gonna Be, exigían nuevos tratamientos. "Esa tiene un sonido con toque swing, mucha letra", explica, "podría haber sido realmente mala. Pero al batería, mi colega Robert DiPietro, se le ocurrió una parte que era parte Gene Krupa, parte Adam Ant, y que sencillamente convirtió la canción en algo totalmente diferente. El ritmo realmente dicta el sonido en esa canción."

Desde el bamboleante golpeteo rock de Stuck (Atascada) hasta una balada íntima como Back to Manhattan (De vuelta a Manhattan) una de las cosas que no ha desaparecido en The Fall es la peculiaridad y expresividad de la forma de cantar de Jones. Esa parte del proceso de grabación le resultó más fácil de lo que nunca había sido antes. "Estaba mucho más relajada en cuanto a mi voz", explica. "En realidad nunca he sido muy obsesiva con ese tema, pero en este disco estaba mucho más centrada en todo lo demás que estaba pasando, así que sencillamente podía relajarme y cantar."

Norah Jones siempre ha parecido, sin duda, más madura para su edad, pero The Fall da la sensación de una artista que está creciendo y avanzando hacia una nueva etapa en su desarrollo creativo. Más allá de los cambios en su forma de cantar, su trabajo instrumental, e incluso la concepción de su propio sonido, mantiene que sus composiciones están en la base de los cimientos de su nuevo enfoque.

"Ahora soy más adulta, y eso se hace evidente en lo que escribo", declara. "Siempre me preocupaba por el arte de escribir canciones, porque me consideraba muy nueva en esto de ser compositora, pero ahora ya no tengo miedo de sencillamente intentar algo. Tengo la suficiente confianza para simplemente querer expresarlo, sacarlo ahí fuera y escucharlo."

Su sitio web oficial: http://www.norahjones.com


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